Sheikh Lubna Al-Qashimi ingresó a las cien mujeres más influyentes del mundo

La ministra de Economía de los EAU, Sheikh Lubna Bint Khaled Al Qasimi, está en la lista de Forbes de las 100 mujeres más influyentes del mundo.
Entre los méritos de la primera mujer del emirato, a quien se le encomendó la cartera del ministro en 2004, la revista señala garantizar la transparencia en la gestión de la economía nacional, las habilidades de negociación, la planificación clara de las relaciones comerciales y el aumento de la credibilidad del país.
Sheikh Lubna se encuentra entre las primeras cien mujeres destacadas del mundo, junto con otros tres representantes prominentes de los países árabes. Entre ellos están la reina jordana Rania, la esposa del emir qatarí Sheikh Mouz Al-Misned y el presidente del Fondo de Inversión Global de Kuwait, Maha Al-Ghunheim.
La pequeña y bonita jeque Lubna pertenece a la antigua dinastía gobernante del emirato de Sharjah. Estudió en los Estados Unidos y fue la primera representante del sexo justo del país que fue a estudiar al extranjero. Estudió tecnología informática en los Estados Unidos y recibió la profesión de programador. Al regresar al país desde California en 1981, el ministro actual trabajó como especialista en el puerto marítimo de Dubai y, según la prensa local, hizo una gran contribución para mejorar su trabajo.
En el momento de la difusión generalizada de la tecnología de la información, la primera programadora de emiratos ya era una especialista reconocida, tenía su propia empresa y un sitio comercial, destinado a realizar trabajos científicos. Al convertirse en la primera mujer miembro del gobierno de los Emiratos a la edad de 40 años, Sheikh Lubna rompió el capullo de tradiciones que obstaculiza la iniciativa femenina y se convirtió en un ejemplo de éxito femenino en la sociedad árabe masculina. Durante su trabajo en el Ministerio en un entorno de condiciones globales favorables, el ingreso anual per cápita en los EAU creció en más del 15 por ciento, superando en 2005 los 28 mil dólares estadounidenses.
Sheikh Lubna también tiene un negocio personal. Produce perfumes caros para mujeres, parte de los ingresos de la venta que se asignan al fondo de control del cáncer en su emirato nativo.